lunes, 22 de octubre de 2012

LUCIA PEREZ vestida con moda gallega





En el viejo costurero hoy analizamos el vestuario elegido por Lucía Pérez en su gran noche en Düsselforf, en la edición de 2011.

Tras ser elegida como representante, Lucía recibió propuestas de varios diseñadores de toda España, pero finalmente se decantó por dos chicas jóvenes que estaban empezando, como ella cuenta, y a las que el Festival de Eurovisión serviría al igual que a ella, como empujón en su carrera. De esta forma, la gallega se rodeó del arte y buen hacer de su tierra luciendo un diseño de las lucenses Sara Lage y Maru Calderón. Previamente al Festival, Lucía declaró que quería lucir moda gallega, y así lo hizo.

TVE supervisó toda la selección de vestuario aunque la opinión de Lucía era primordial y decisiva. Tardaron bastante en dar con el vestuario idoneo tanto por puesta en escena, iluminación y coreografia. Pero finalmente dieron con el vestuario totalmente a gusto de la protagonista y con el que se sentiría cómoda la noche del 14 del Mayo.

El modelo era un modelo confeccionado para la ocasión, corto, en tonos rosas y con escote asimétrico y estaba inspirado en un modelo de la colección Bambalidas, de las diseñadoras. La nota vistosa fue la graciosa minifalda con cintas rojizas, que se movían a la vez que Lucía. Además, el vestido llevaba piedras de colores y cristales de Swaroski cosidos a mano. Las creadoras contaron que tardaron un mes y medio en la confección del eurovestido.

Fuentes directas nos cuentan que TVE no corrió con el gasto del vestuario, ya que fue un obsequio de las diseñadoras a la cantante gallega.





Lucía contaba con un modelo similar, pero sin cristales de Swaroski que usaba para las pruebas de vestuario y primeros ensayos generales, con el fin de no dañar el modelo final. El vestido le quedaba como un guante, y estaba tan ceñido a su cuerpo que Lucía no podía engordar ni un gramo, sino habría tenido un gran problema esa noche, según nos cuenta la protagonista de hoy del costurero.

Para el calzado se eligió la marca ferrolana Dick & Paul. Se trataba de un modelo de tacón alto con plataforma, en fucsia, a juego con el vestido, y brillo satinado. Lucía pidió que los zapatos no fueran excesivamente altos, para evitar tener problemas a la hora de la coreografía.

Como accesorios llevaba unos pendientes de la firma Ayala Bar, no demasiado grandes y en tonos fucsia, y multitud de pulseritas y cadenas, amuletos de la suerte de la propia Lucía, en su mano derecha.

Hay que decir lo acertado del estilismo de Lucía, ya que iba perfectamente con su imagen y tenía el caché necesario para pasar a la historia como uno de los modelos más acertados del certamen de ese año y de la historia de nuestro país. No podemos decir lo mismo de la canción, pero esa es harina de otro costal.






(Articulo de la Delegación Vuelve Conmigo)

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